Don Nicanor “Nixa” de la Fuente ha coronado con lucidez y optimismo ciento cinco años de vida, como quien amanece a un nuevo día, privilegio que celebramos todos, pues se trata de la figura viva más relevante y emblemática de la cultura lambayecana y de toda la intelectualidad peruana.
Poeta vanguardista en los años 20, fue saludado por Antenor Orrego con los mejores elogios: “Veinte años frescos, dulcedumbre de panal en las pupilas absortas de niñez. El Sol acaba de levantarse en este labio pueril que sonríe, como un amanecer” tal como consta en el prólogo de su libro primigenio, “Las barajas y los dados del alba”. Mariátegui lo acogió en Amauta en donde, con otros artistas, dieron “entonación y fe a la poesía y a la acción en el Perú”
Por entonces “Nixa” era incansable en la inquietud intelectual chiclayana, junto a Juan José Lora, Carlos Arbulú Miranda, Álvaro Mesones, Jorge Jiménez, Oscar Imaña, José del Carmen Bracamonte y otros, con los que promueve y activa la creación literaria; pero también la formación de la nueva conciencia social y política que habría de tener decisiva presencia en el departamento de Lambayeque.
Pero “Nixa” también es visto como un poeta promisor por Víctor Raúl Haya de la Torre quien, desde el destierro, sigue atento el surgimiento de “la nueva juventud revolucionaria” entre los que menciona a “Nixa” en su libro “Por la emancipación de América Latina”.”Fue el primero que me alentó en el inicio de mi pasión por la poesía” reconoce nuestro vate al respecto. Incluso, algunos de sus poemas, Víctor Raúl los hizo publicar en la revista Atuey, de Cuba y que formarían parte del libro preparado por “Nixa”, titulado “Se han sublevado los apristas”, cuyos originales se le perdieron a Luis Alberto Sánchez en una de las tantas incursiones de la policía a su estudio.
Pero llega 1930 y, convencido de sus ideales revolucionarios, está entre los fundadores del Partido Aprista, siendo miembro activo del primer Comité Ejecutivo departamental de Lambayeque, el cual tenía como Secretario general a Juan José Lora.
Cuando Haya de la Torre arriba a Chiclayo, en 1931, el fue el encargado de darle la bienvenida en el teatro Olimpo, colmado de fervorosos partidarios, forjando desde entonces una entrañable amistad con el líder aprista hasta su muerte. Hay que subrayar que la contingencia de la lucha lo llevó también a incursionar en el periodismo, convirtiéndose en el primer periodista a quien, en 1932, se le aplicó la nefasta ley de emergencia. Aquel era, el año de la barbarie.
Sólo él, con Juan José Lora y José del Carmen Bracamonte, fueron capaces de hacer de la pluma un arma imbatible en defensa de la libertad y la justicia en nuestro departamento, desde las trincheras de: Crítica, Ahora, La Hora, La Idea, La Idea Aprista, Hechos, etc. heroicos periódicos apristas que respondieron a una época infausta de tiranía y abuso. Así, víctima de persecuciones, encarcelamientos y exclusiones, en tiempos en que la política estaba tachonada de odios y agravios, no dio ni pidió cuartel.
Para burlarse de la dictadura publicó con Bracamonte, en 1934, el impactante libro “Lo que sé y lo que vi. de la Revolución de Trujillo” bajo el nombre de un supuesto militar venezolano y como impreso en México, cuando fue trabajado a hurtadillas, aquí en Chiclayo, con riesgo de su propia vida.
En 1949 sufrió su último confinamiento en la tenebrosa prisión de El Sexto, en pleno centro de Lima, reclusión que la asumió con hombría y humor; tal como lo muestra en las hermosas pinceladas poéticas referidas a sus compañeros, reunidas en “Embarcados en el mismo barco” y que hoy ponemos a disposición del lector, con un enjundioso prólogo del laureado poeta y reconocido crítico monsefuano, Alfredo José Delgado Bravo.
Precisamente, al salir de esa prisión, “Nixa” retorna a Chiclayo para reencontrarse con su padre ya anciano, su querida esposa y sus hijos, quienes -hay que decirlo- soportaron con estoicismo y dignidad el vendaval antiaprista de cada dictadura. Don Pedro, entonces, después del abrazo cargado de ternura, le preguntó:
- ¿Has firmado algún papel, has renunciado al Partido?
- No, no papá -fue su respuesta firme.
- ¡Ha! Entonces puedo morir tranquilo. - sentencio, orgulloso, el venerable tronco
liberteño, asentado en Chiclayo desde 1918, y, en efecto, al tercer día dejó de existir.
Al fundarse La Industria, en 1952, bajo la dirección del Dr. Miguel F. Cerro, “Nixa” de la Fuente derivó a un tipo de periodismo muy original y citadino, con su columna A Propósito, que es -sin duda- la más perdurable del diarismo nacional, pues sigue publicándose en ese mismo diario como una ventana a la tradición, la historia y el palpitar cotidiano de Chiclayo. Por ello, hoy “Nixa” -a sus 105 años de vida- es el decano del Periodismo Continental.
He querido acentuar el perfil político de “Nixa”, por cuanto, -si bien pertenece a toda la colectividad ciudadana que lo admira, respeta y reconoce por su contribución a la cultura departamental como poeta, periodista y ciudadano ejemplar-, de hecho también es un paradigma de lealtad y consecuencia a su credo político y principios ideológicos por los cuales luchó con perseverancia y abnegación. Alguna vez, Jesús Manuel Orbegoso comentó “Nixa es un aprista vitalicio y químicamente puro”. Lo cual es enteramente cierto.
El conjunto de los poemas que forman este libro, fue confiado por “Nixa” al autor de éstas líneas hace algunos años, acaso por cultivar una larga y fraternal relación de amistad partidaria y que, al publicarlo en homenaje a sus 105 años de fructífera vida,(**) nos permitirá mejor conocerlo en su faceta creadora y vital, justamente desde el enclaustramiento en que lo tuvo la tiranía del ochenio, por su amor a la Justicia y a la Libertad.
Un agradecimiento especial al señor Edwin Oviedo Pichotito, joven empresario del Grupo Oviedo, quien ha hecho posible esta edición.
Poeta vanguardista en los años 20, fue saludado por Antenor Orrego con los mejores elogios: “Veinte años frescos, dulcedumbre de panal en las pupilas absortas de niñez. El Sol acaba de levantarse en este labio pueril que sonríe, como un amanecer” tal como consta en el prólogo de su libro primigenio, “Las barajas y los dados del alba”. Mariátegui lo acogió en Amauta en donde, con otros artistas, dieron “entonación y fe a la poesía y a la acción en el Perú”
Por entonces “Nixa” era incansable en la inquietud intelectual chiclayana, junto a Juan José Lora, Carlos Arbulú Miranda, Álvaro Mesones, Jorge Jiménez, Oscar Imaña, José del Carmen Bracamonte y otros, con los que promueve y activa la creación literaria; pero también la formación de la nueva conciencia social y política que habría de tener decisiva presencia en el departamento de Lambayeque.
Pero “Nixa” también es visto como un poeta promisor por Víctor Raúl Haya de la Torre quien, desde el destierro, sigue atento el surgimiento de “la nueva juventud revolucionaria” entre los que menciona a “Nixa” en su libro “Por la emancipación de América Latina”.”Fue el primero que me alentó en el inicio de mi pasión por la poesía” reconoce nuestro vate al respecto. Incluso, algunos de sus poemas, Víctor Raúl los hizo publicar en la revista Atuey, de Cuba y que formarían parte del libro preparado por “Nixa”, titulado “Se han sublevado los apristas”, cuyos originales se le perdieron a Luis Alberto Sánchez en una de las tantas incursiones de la policía a su estudio.
Pero llega 1930 y, convencido de sus ideales revolucionarios, está entre los fundadores del Partido Aprista, siendo miembro activo del primer Comité Ejecutivo departamental de Lambayeque, el cual tenía como Secretario general a Juan José Lora.
Cuando Haya de la Torre arriba a Chiclayo, en 1931, el fue el encargado de darle la bienvenida en el teatro Olimpo, colmado de fervorosos partidarios, forjando desde entonces una entrañable amistad con el líder aprista hasta su muerte. Hay que subrayar que la contingencia de la lucha lo llevó también a incursionar en el periodismo, convirtiéndose en el primer periodista a quien, en 1932, se le aplicó la nefasta ley de emergencia. Aquel era, el año de la barbarie.
Sólo él, con Juan José Lora y José del Carmen Bracamonte, fueron capaces de hacer de la pluma un arma imbatible en defensa de la libertad y la justicia en nuestro departamento, desde las trincheras de: Crítica, Ahora, La Hora, La Idea, La Idea Aprista, Hechos, etc. heroicos periódicos apristas que respondieron a una época infausta de tiranía y abuso. Así, víctima de persecuciones, encarcelamientos y exclusiones, en tiempos en que la política estaba tachonada de odios y agravios, no dio ni pidió cuartel.
Para burlarse de la dictadura publicó con Bracamonte, en 1934, el impactante libro “Lo que sé y lo que vi. de la Revolución de Trujillo” bajo el nombre de un supuesto militar venezolano y como impreso en México, cuando fue trabajado a hurtadillas, aquí en Chiclayo, con riesgo de su propia vida.
En 1949 sufrió su último confinamiento en la tenebrosa prisión de El Sexto, en pleno centro de Lima, reclusión que la asumió con hombría y humor; tal como lo muestra en las hermosas pinceladas poéticas referidas a sus compañeros, reunidas en “Embarcados en el mismo barco” y que hoy ponemos a disposición del lector, con un enjundioso prólogo del laureado poeta y reconocido crítico monsefuano, Alfredo José Delgado Bravo.
Precisamente, al salir de esa prisión, “Nixa” retorna a Chiclayo para reencontrarse con su padre ya anciano, su querida esposa y sus hijos, quienes -hay que decirlo- soportaron con estoicismo y dignidad el vendaval antiaprista de cada dictadura. Don Pedro, entonces, después del abrazo cargado de ternura, le preguntó:
- ¿Has firmado algún papel, has renunciado al Partido?
- No, no papá -fue su respuesta firme.
- ¡Ha! Entonces puedo morir tranquilo. - sentencio, orgulloso, el venerable tronco
liberteño, asentado en Chiclayo desde 1918, y, en efecto, al tercer día dejó de existir.
Al fundarse La Industria, en 1952, bajo la dirección del Dr. Miguel F. Cerro, “Nixa” de la Fuente derivó a un tipo de periodismo muy original y citadino, con su columna A Propósito, que es -sin duda- la más perdurable del diarismo nacional, pues sigue publicándose en ese mismo diario como una ventana a la tradición, la historia y el palpitar cotidiano de Chiclayo. Por ello, hoy “Nixa” -a sus 105 años de vida- es el decano del Periodismo Continental.
He querido acentuar el perfil político de “Nixa”, por cuanto, -si bien pertenece a toda la colectividad ciudadana que lo admira, respeta y reconoce por su contribución a la cultura departamental como poeta, periodista y ciudadano ejemplar-, de hecho también es un paradigma de lealtad y consecuencia a su credo político y principios ideológicos por los cuales luchó con perseverancia y abnegación. Alguna vez, Jesús Manuel Orbegoso comentó “Nixa es un aprista vitalicio y químicamente puro”. Lo cual es enteramente cierto.
El conjunto de los poemas que forman este libro, fue confiado por “Nixa” al autor de éstas líneas hace algunos años, acaso por cultivar una larga y fraternal relación de amistad partidaria y que, al publicarlo en homenaje a sus 105 años de fructífera vida,(**) nos permitirá mejor conocerlo en su faceta creadora y vital, justamente desde el enclaustramiento en que lo tuvo la tiranía del ochenio, por su amor a la Justicia y a la Libertad.
Un agradecimiento especial al señor Edwin Oviedo Pichotito, joven empresario del Grupo Oviedo, quien ha hecho posible esta edición.
(*) Guely Villanueva Díaz
Gobernado Regional de Lambayeque.
Chiclayo, 16 de Septiembre del 2007
(**) También en esta fecha Don Nicanor “Nixa” de la Fuente fue condecorado con “La Orden del Sol”, concedido por el Presidente de la República Dr. Alan García Pérez.
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