El Proyecto Minero Tía María ubicado en el Distrito
de Cocachacra, Provincia de Islay cuya capital es la ciudad de Mollendo, su
descubrimiento rico en cobre, fue motivo de grandes titulares, pues,
significaba una ingente riqueza minera, que iba a generar una millonaria
inversión, de parte de la
Souther Cooper Corporation su concesionaria, del orden de los
prácticamente de un mil millones de dólares, cifra gigante con muchas
expectativas, acompañado iban a venir sesenta millones anuales de Canon Minero
a las cuentas del Gobierno Regional, como de los Gobiernos Locales del entorno
cuprífero, recientemente hallado.
Cabe destacar que la Provincia de Islay goza
de un singular privilegio que no lo tienen otras circunscripciones
territoriales, tiene una riqueza ictiológica en su mar, una riqueza potencial
agrícola en su valle, de hermosas e inmensas playas turísticas, el Puerto de
Matarani en una ubicación estratégica en la Cuenca del Pacífico y de la APEC de las más grandes
economías del mundo, a donde va a confluir la continental carretera
interoceánica Perú – Brasil con un promisorio futuro de un ad portas titánico
movimiento comercial; a todo esto se agrega las riquezas mineras en cobre de
Tía María y La Tapada;
es decir, a diferencia de otras provincias que son únicamente agrícolas o
solamente mineras o mayormente portuarias o exclusivamente pesqueras o
principalmente playeras.
En cambio nuestra Provincia de Islay, es de múltiple
vocación económica y poliproductiva: pesquera, agrícola, portuaria, turística,
ahora, también minera. A ello hay que agregar su accesible territorio donde no
hay insalvables accidentes geográficos, existiendo entre sus seis distritos:
Mollendo, Matarani, Mejía, Dean Valdivia, La Punta y Cocachacra, con sus pujantes centros poblados de La Ensenada, El Arenal,
Chucarapi y Valle Arriba, una fluida comunicación vial con sus pistas
asfaltadas donde las distancias son cortas en tiempo y espacio, es decir,
realmente un privilegio de la naturaleza y de la acción del hombre y mujer
islayanos.
En cuanto a vías de comunicación, de Mollendo y
Matarani sale una ferrovía hacia Arequipa, Puno y Cusco; está en construcción la Costanera que nos unirá
con Moquegua y Tacna e intraregionalmente nos comunicaremos con Camaná; en
relación al intercambio comercial mundial del presente y vertiginoso Siglo XXI
de la Globalización,
Matarani e Ilo constituyen el Par Puerto de la MacroRegión del Sur
del país y del MegaMercado Mundial del Pacífico; respecto a los grandes
proyectos, está en proyección el MegaPuerto de Corío, la Petroquímica de
Islay, la recuperación de las otroras y soñadoras Lomas de Islay.
Para completar este cuadro de potencialidades y
garantizar nuestro desarrollo ecológicamente equilibrado, debemos aprovechar
esta riqueza minera, afin, que de su explotación con tecnología limpia, con
respeto escrupuloso del medio ambiente, de los derechos laborales, de las
obligaciones tributarias y con una sincera responsabilidad social empresarial,
poder obtener de dicha riqueza, los recursos que permitan financiar al 100% la
ejecución de plantas de tratamiento de aguas residuales en Mollendo y en el
Valle de Tambo, con ello seremos consecuentes en nuestra posición
ambientalista, por cuanto, así evitaremos que los desagues vayan a nuestro Río
Tambo y a nuestro Rico Mar; también obtener una justa compensación económica a
favor de nuestros agricultores, por los efectos nocivos que sufrieran sus
cultivos cuando Southern explotaba irresponsablemente, no habrá mejor manera de
rendir homenaje a nuestro paisano mártir del medio ambiente en la Provincia de Islay Ing.
Carlos Guillén; asimismo, poder tener de la riqueza minera, los medios que
financien el gran proyecto de fortalecimiento de capacidades en agricultura y
afines como en la construcción de una infraestructura irrigacional consistente en canales de
regadío y represas.
Todos estamos plena y absolutamente de acuerdo sin excepción
que, no queremos contaminación dañina, tampoco que desaparezca el Valle de
Tambo menos que se extinga el agua; de ahí la importancia de informarnos con
mente abierta y alerta sobre las metodologías científicas y tecnologías
modernas propiciadoras de una explotación minera verdaderamente limpia sin
sacrificio de la agricultura, sino, más bien coexistiendo y potencializando el
agro, la vida y el desarrollo sostenible y equilibrado.
Beto Lajo
Arequipa,
18 de mayo de 2010.