Hola a todos,
Desearles, que siempre, cupido toque sus corazones, con mucha abundancia de AMOR , si mucho AMOR , siembra AMOR y cosecharas AMOR , sobre todo con todos los que necesitan de tí , porque, todo lo bueno y lo bello de la vida que necesitas lo llevas muy dentro tuyo , déjalo salir , porque cada uno lleva el universo dentro de su corazón , Siempre mantén encendida la llama de la antorcha del AMOR .
"Los verdaderos amigos son como las estrellas , brillan mas , cuando la noche es oscura" y la vida decide quién entra en tu vida , pero tú decides quién se queda, el verdadero amigo vale por un millón de amigos .
Gracias por permitirme compartir este deseo y decirles que siempre están en mis oraciones, y los tengo presente, pasen un lindo y bonito día de la amistad y del AMOR .
Romy
domingo, 14 de febrero de 2016
Poetisa mollendina Sonia Ampuero
En este día 14 de febrero, me voy a permitir transcribir dos poemas:
LEJOS DE TI de la poetisa mollendina Sonia Ampuero –que desde algún lugar del
universo nos otea-, y MASA del gigante vate indoamericano y universal César
Vallejo.
LEJOS DE TI
Cuando lejos me encuentre de este mundo.
cuando no exista novedad ni ausencia;
yo moveré los hilos del destino
para abrigarte con toda mi querencia.
Cuando te olvides que yo fui tu sombra,
y me contemples casual en una estrella;
volveré tras esos pasos tuyos
para endulzar esa sonrisa tierna.
Tras el devenir de días largos
juntes alguna vez flores muy bellas
cuando le pongas atención alguna
te embriagaré, en las noches nuestras.
Tú encontrarás el mundo más bonito
cuando leas estrofas y poemas;
cuando cansado de pelear afuera
te sumerjas en palabra eterna.
Cuando lejos esté de tus abrazos
y mi alma sin cesar busque tus besos;
seré en invierno la garúa tierna
que bañe tu rostro, de esperanzas nuevas.
El poema de Sonia Ampuero, está compilado en la obra “LA
POESÍA DE ISLAY” (Antología), Enero 2009,
págs. 16 y 17; elaborado por el Profesor, Escritor y Promotor de Cultura
mollendino Efraín Rolando Astete Choque.
MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: “No mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Se le acercaron y repitiéronle:
“No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: “Tanto amor y no poder hacer nada contra
la muerte!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate hermano!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
Del libro “VALLEJO OBRA POÉTICA COMPLETA”, Reedición 1987, Mosca Azul
Editores, pág. 236.
Beto Lajo
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