lunes, 5 de octubre de 2015

La biblioteca de Villa Mercedes


En Villa Mercedes, la biblioteca era su lugar preferido. Las estanterías eran simples y rústicas, y los libros que había en ellas los había ido reponiendo poco a poco, porque su biblioteca original, de miles de volúmenes, había sido requisada por una de las tantas dictaduras que él combatió. Sobre un escritorio simple, de madera lisa, estaba su pequeña máquina de escribir, siempre con un papel en blanco puesto y listo para empezar. Siempre grandes montañas de papeles sobre el escritorio, notas, memorandums, planes cercanos y lejanos. Un sillón y unas sillas de cuero repujado para las visitas. Estaban también allí la toga y el birrete que recibió al graduarse en Oxford, donde terminó sus estudios económicos y sociales. Siempre guardó este atuendo y lo enseñaba con alegría a quien la quisiera ver.