“Sólo el Hayismo salvará la
Política ”, es el libro que publiqué el año 2006, en él
incorporé el artículo “Los Actores de las Ocho Horas” (publicado en el diario
El Pueblo de Arequipa, el 14 de enero de 1996), en el cual escribo: “El 15 de
enero de 1919, los trabajadores del Perú, después de sacrificadas y luctuosas
luchas que duraron años cobrando vidas inmoladas en aras de la justicia social,
conquistaron la jornada de trabajo de ocho horas diarias, sin disminución del
salario que percibían por laborar doce a más horas diarias; en otras partes del
mundo se implantó en el siglo pasado, aquí llegó tarde” (pág. 53).
Antecedentes de las ocho horas.-
En la monumental obra de tres tomos “Víctor Raúl el Hombre del Siglo XX”
de Roy Soto Rivera, hay abundante y confiable información al respecto: “En el
Perú esta reivindicación fue planteada en 1905 por la Federación de Panaderos
‘Estrella del Perú’ en su programa inspirado por González Prada. En noviembre
de 1912 se efectuó la famosa huelga de los trabajadores portuarios del Muelle
Dársena del Callao, … Esta huelga culminó con el reconocimiento de la jornada
de las ocho horas pero sólo para esos trabajadores, de acuerdo a una Resolución
de fecha 10 de enero de 1913 dictada por el Presidente Billinghurst” (T. 1,
pág. 39). Sigue Roy Soto “Entre el 5 y el 10 de diciembre de 1918, se reunió en
Lima el Primer Congreso de la Federación
Obrera Local, la primera central sindical formada en el Perú”
(ob. cit. págs. 39 y 40), agrega “El gobierno de Pardo dio la Ley 2851 que reconocía el
horario de ocho horas de trabajo para mujeres y niños … El 12 de diciembre de
ese año se declararon en huelga los trabajadores de la fábrica textil El Inca a
raíz de un conflicto social en el que volvieron a plantear la jornada de ocho
horas… El diario El Tiempo, en el que escribía José Carlos Mariátegui, brindó
amplio apoyo a los huelguistas” (ob. cit. pág. 40).
La participación de Haya de la Torre.-
En la asamblea de la
Federación de Estudiantes del Perú – FEP, del 13 de enero de
1919, Víctor Raúl “solicitó la intervención de los estudiantes mediante una
delegación” (ob. cit. pág. 41), continúa Roy Soto “La Comisión designada por la FEP estuvo integrada por Haya
de la Torre ,
Bruno Bueno de la Fuente
y Valentín Quezada. Los estudiantes fueron recibidos con grandes demostraciones
de simpatía en el local del palacio de la Exposición.
Recibieron el encargo de entrevistarse con el Ministro de
Fomento, Manuel Aurelio Vinelli, político arequipeño de mucho prestigio y que
representaba al Partido Liberal de Augusto Durand en el gabinete del Presidente
Pardo” (ob. cit. pág. 41). El día 15 de enero de 1919, nos narra Roy Soto
“Alrededor de las cinco de la tarde, Víctor Raúl recibió un encargo urgente de
parte del Ministro quien le hizo llegar el texto del Decreto … Con el Decreto
en las manos Haya se dirigió al local de la asamblea para comunicarles la buena
nueva”, luego cita en palabras del mismo Víctor Raúl: “Abriéndome camino en medio
de una muchedumbre apretada y expectante pude llegar hasta la plataforma y
pedir la palabra… No había mucho que decir. El Decreto fue oído palabra por
palabra en medio de un silencio impresionante. Cuando pronuncié el nombre del
Ministro que lo refrendaba sólo pude agregar con la voz enronquecida: ‘Hemos
triunfado compañeros’. Las manifestaciones de júbilo duraron más de media hora.
El recuerdo de aquellos momentos de emoción vivirá conmigo siempre. Sólo
después de grandes esfuerzos continuó la Asamblea.
Y ya, más sereno, propuse que se levantara el paro general”
(ob. cit. pág. 43).
La valiosa adhesión del arequipeño Vinelli.-
Nuestro ilustre Historiador e Ideólogo Roy Soto, nos da a conocer la
decisiva intervención del Ministro de Fomento Manuel Vinelli, en la consecución
de la jornada de ocho horas, al respecto escribe: “Vinelli les expresó con toda
franqueza que estaba dispuesto a librar la batalla definitiva al día siguiente
en el Consejo de Ministros, advirtiendo que ‘se estaba luchando contra los intereses
de los ricos de Lima’. Haya tuvo un nuevo contacto con el Ministro, alrededor
de las tres de la madrugada, cuando éste le comunicó que había resuelto su
problema de conciencia pues estaba dispuesto a renunciar en caso de que el
gobierno no aceptase su propuesta, mediante la cual se colocó de parte de los
trabajadores” (ob. cit. pág. 42).
Intelectuales de izquierda reconocen a Haya de la Torre.-
Jorge Santistevan y Angel Delgado, del Centro de Estudios de Derecho y
Sociedad – CEDYS, son coautores del libro “La huelga en el Perú historia y
derecho”, de diciembre de 1980, en el capítulo “2. Las restricciones al Derecho
de Huelga”, subcapítulo “a. El ascenso de la lucha obrera hasta 1919: la
jornada de ocho horas”, dicen: “Los huelguistas buscaron la solidaridad de los
estudiantes, a propósito de la cual se produjo la intervención de Víctor Raúl
Haya de la Torre ”
(pág. 48).
Los actores de las ocho horas.-
La jornada de trabajo de ocho horas diarias, viene a ser el Primer
Derecho Social Laboral que se conquista en el Perú, recién a inicios del Siglo
XX, por lo tanto debemos rememorarla siempre. Y dada la información
bibliográfica, es nuestra obligación moral reconocer como sus autores y
rendirles homenajes a: los obreros y sus dirigentes que iniciaron la lucha, al
Precursor Social Manuel González Prada que la inspiró, al que fuera Ministro de
Fomento (Hoy de Trabajo) Manuel Vinelli por ponerse de lado la clase obrera, al
entonces Presidente José Pardo que la promulgó, a Haya de la Torre que concretó la solidaridad
activa y efectiva de los estudiantes, y a José Carlos Mariátegui nuestro
Amauta.
Beto Lajo
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