viernes, 15 de enero de 2016

La jornada de ocho horas en el Perú


 
“Sólo el Hayismo salvará la Política”, es el libro que publiqué el año 2006, en él incorporé el artículo “Los Actores de las Ocho Horas” (publicado en el diario El Pueblo de Arequipa, el 14 de enero de 1996), en el cual escribo: “El 15 de enero de 1919, los trabajadores del Perú, después de sacrificadas y luctuosas luchas que duraron años cobrando vidas inmoladas en aras de la justicia social, conquistaron la jornada de trabajo de ocho horas diarias, sin disminución del salario que percibían por laborar doce a más horas diarias; en otras partes del mundo se implantó en el siglo pasado, aquí llegó tarde” (pág. 53).

Antecedentes de las ocho horas.-

En la monumental obra de tres tomos “Víctor Raúl el Hombre del Siglo XX” de Roy Soto Rivera, hay abundante y confiable información al respecto: “En el Perú esta reivindicación fue planteada en 1905 por la Federación de Panaderos ‘Estrella del Perú’ en su programa inspirado por González Prada. En noviembre de 1912 se efectuó la famosa huelga de los trabajadores portuarios del Muelle Dársena del Callao, … Esta huelga culminó con el reconocimiento de la jornada de las ocho horas pero sólo para esos trabajadores, de acuerdo a una Resolución de fecha 10 de enero de 1913 dictada por el Presidente Billinghurst” (T. 1, pág. 39). Sigue Roy Soto “Entre el 5 y el 10 de diciembre de 1918, se reunió en Lima el Primer Congreso de la Federación Obrera Local, la primera central sindical formada en el Perú” (ob. cit. págs. 39 y 40), agrega “El gobierno de Pardo dio la Ley 2851 que reconocía el horario de ocho horas de trabajo para mujeres y niños … El 12 de diciembre de ese año se declararon en huelga los trabajadores de la fábrica textil El Inca a raíz de un conflicto social en el que volvieron a plantear la jornada de ocho horas… El diario El Tiempo, en el que escribía José Carlos Mariátegui, brindó amplio apoyo a los huelguistas” (ob. cit. pág. 40).

La participación de Haya de la Torre.-

En la asamblea de la Federación de Estudiantes del Perú – FEP, del 13 de enero de 1919, Víctor Raúl “solicitó la intervención de los estudiantes mediante una delegación” (ob. cit. pág. 41), continúa Roy Soto “La Comisión designada por la FEP estuvo integrada por Haya de la Torre, Bruno Bueno de la Fuente y Valentín Quezada. Los estudiantes fueron recibidos con grandes demostraciones de simpatía en el local del palacio de la Exposición. Recibieron el encargo de entrevistarse con el Ministro de Fomento, Manuel Aurelio Vinelli, político arequipeño de mucho prestigio y que representaba al Partido Liberal de Augusto Durand en el gabinete del Presidente Pardo” (ob. cit. pág. 41). El día 15 de enero de 1919, nos narra Roy Soto “Alrededor de las cinco de la tarde, Víctor Raúl recibió un encargo urgente de parte del Ministro quien le hizo llegar el texto del Decreto … Con el Decreto en las manos Haya se dirigió al local de la asamblea para comunicarles la buena nueva”, luego cita en palabras del mismo Víctor Raúl: “Abriéndome camino en medio de una muchedumbre apretada y expectante pude llegar hasta la plataforma y pedir la palabra… No había mucho que decir. El Decreto fue oído palabra por palabra en medio de un silencio impresionante. Cuando pronuncié el nombre del Ministro que lo refrendaba sólo pude agregar con la voz enronquecida: ‘Hemos triunfado compañeros’. Las manifestaciones de júbilo duraron más de media hora. El recuerdo de aquellos momentos de emoción vivirá conmigo siempre. Sólo después de grandes esfuerzos continuó la Asamblea. Y ya, más sereno, propuse que se levantara el paro general” (ob. cit. pág. 43).

La valiosa adhesión del arequipeño Vinelli.-

Nuestro ilustre Historiador e Ideólogo Roy Soto, nos da a conocer la decisiva intervención del Ministro de Fomento Manuel Vinelli, en la consecución de la jornada de ocho horas, al respecto escribe: “Vinelli les expresó con toda franqueza que estaba dispuesto a librar la batalla definitiva al día siguiente en el Consejo de Ministros, advirtiendo que ‘se estaba luchando contra los intereses de los ricos de Lima’. Haya tuvo un nuevo contacto con el Ministro, alrededor de las tres de la madrugada, cuando éste le comunicó que había resuelto su problema de conciencia pues estaba dispuesto a renunciar en caso de que el gobierno no aceptase su propuesta, mediante la cual se colocó de parte de los trabajadores” (ob. cit. pág. 42).

Intelectuales de izquierda reconocen a Haya de la Torre.-

Jorge Santistevan y Angel Delgado, del Centro de Estudios de Derecho y Sociedad – CEDYS, son coautores del libro “La huelga en el Perú historia y derecho”, de diciembre de 1980, en el capítulo “2. Las restricciones al Derecho de Huelga”, subcapítulo “a. El ascenso de la lucha obrera hasta 1919: la jornada de ocho horas”, dicen: “Los huelguistas buscaron la solidaridad de los estudiantes, a propósito de la cual se produjo la intervención de Víctor Raúl Haya de la Torre” (pág. 48).

Los actores de las ocho horas.-

La jornada de trabajo de ocho horas diarias, viene a ser el Primer Derecho Social Laboral que se conquista en el Perú, recién a inicios del Siglo XX, por lo tanto debemos rememorarla siempre. Y dada la información bibliográfica, es nuestra obligación moral reconocer como sus autores y rendirles homenajes a: los obreros y sus dirigentes que iniciaron la lucha, al Precursor Social Manuel González Prada que la inspiró, al que fuera Ministro de Fomento (Hoy de Trabajo) Manuel Vinelli por ponerse de lado la clase obrera, al entonces Presidente José Pardo que la promulgó, a Haya de la Torre que concretó la solidaridad activa y efectiva de los estudiantes, y a José Carlos Mariátegui nuestro Amauta.
 
Beto Lajo

 

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