sábado, 19 de diciembre de 2015

La fe del latín fides

 
La ciudadana Yeni Vilcatoma, complementariamente a poseer un apellido belicoso, que agrede al pronunciarlo, tiene una solera de confrontaciones contra el delito muy atractivas. Dignas de ser codiciadas por alguien sin escrúpulos como K. Fujimori y su entorno, que han aprovechado su fama de figura pública contra la corrupción para afiliarla a una comisión de fuerza popular que tiene como meta la purificación de las actividades de los funcionarios en un hipotético gobierno de esta formación política. La ex procuradora se revistió de un vaho de santidad cuando el pleito con el ministro Figallo quien la separó de la procuraduría por difundir videos y audios del abogado de N. Heredia, R. Gates.
En la política es complicado mantener limpias las alas de la salpicadura de barro que gira como torbellino por su atmósfera. Y Vilcatoma parece ser que no solamente tiene unas motas de mugre en sus largas plumas, sino que se ha zambullido en un pozo de inmoralidad. Sus pupilas acostumbradas a ser inquisidoras e implacables, se vieron estremecidas cuando hace unos días tuvo evidentes problemas para contestar a una sencilla aunque larga pregunta de J. Oxenford. En su programa “Al estilo Juliana: “¿Si usted ha luchado contra la corrupción como nos consta, especialmente contra palacio, y ha alcanzado fama en esta dura lucha que hay en el Perú, como puede afiliarse a un partido que dio un golpe de Estado, electrocutó a la primera dama, luego la destituyó y la reemplazó por la hija, se esterilizó y ha quedado fehacientemente probado a más de 200 mil mujeres, aparte que se saqueó al Estado a escala inaudita y sin precedentes (6000 millones de dólares), y por esto precisamente su fundador está preso y por otros crímenes de lesa humanidad (grupo Colina), ¿cómo se integra usted a un proyecto político donde medio gobierno fue procesado y purgó pena, y aparte donde los parientes de su candidata a la presidencia tienen orden de captura internacional?”
La ex procuradora tragó saliva. Titubeó. Ella sabía que habían disparado a su talón de Aquiles. Y luego de un rato preparando su respuesta, optó por una salida cínica camuflada en el sobrado valor que tiene la ingenuidad: “Tengo fe de que estas prácticas hayan quedado en el pasado. Por lo menos así me lo ha asegurado Keiko” Ja!
 
Carlos Rodríguez E.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.