sábado, 6 de febrero de 2016

La última insurgencia juvenil


 
 
El Gral. Juan Velasco Alvarado perpetró un Golpe de Estado el 03 de octubre de 1968, motivado no por afanes revolucionarios, sino, para encubrir el contrabando practicado por altos oficiales del Ejército, hechos delictivos, asaz investigado, abundantemente documentado y contundentemente probado, por el ex diputado aprista Héctor Vargas Haya; depuso al Presidente Fernando Belaúnde Terry y lo deportó a Argentina.

Cerraron el acceso al Poder a Haya de la Torre.-

El año 1969, se tenían que convocar elecciones generales, para Presidente de la República, Diputados y Senadores; el triunfo del Aprismo con Víctor Raúl a la cabeza era inminente e inevitable, ante el fracaso y desprestigio del primer gobierno belaundista. Pero, el cuartelazo del fatídico 03 de octubre, impidió la realización de los comicios constitucionales, por ende, frustró la concretización de contar en la máxima magistratura con un Haya maduro, quién contaba con todos los atributos para ejercer un gobierno demócrata social de Pan con Libertad, pues, tenía como soporte una sólida organización política, estaba rodeado de respetados cuadros técnicos y políticos, un viable Programa de Gobierno de transformación en democracia y dentro de la Constitución, un conocimiento cabal de la realidad nacional y una valiosa experiencia de varias décadas. Lamentablemente, el golpismo velasquista no lo permitió. Perdiendo el Perú al no haber tenido la oportunidad de un gobierno de Víctor Raúl Haya de la Torre.

Víctor Raúl con el Perú frente a la dictadura.-

Producido el asalto a Palacio de Gobierno, Haya –se encontraba en el extranjero- regresó al Perú a ponerse a la cabeza de la ciudadanía peruana, su presencia evitó excesos de los ilegales detentadores del poder, y cada 22 de febrero de cada año, presidía el gran mitin de la Fraternidad –excepto en 1975- desde donde, a nombre del Perú popular y democrático, se dirigía a los usurpadores y les decía: “primero, que había que dialogar; segundo, que no cabía revolución sin libertad; tercero, que era preciso consultar al pueblo; cuarto, que el imperialismo de cualquier país era igualmente execrable; quinto, que condenaba la dictadura aunque fuese supuestamente antiimperialista como la de Castro y que el APRA como frente único de clases explotadas, mantenía su vigilancia y sus exigencias en cuanto a la justicia social en el Perú” (Haya de la Torre y el APRA de Luís Alberto Sánchez, Editorial Universo, tercera edición 1985, pág. 427). Y desde 1972, demandó la convocatoria a Asamblea Constituyente para la redacción y aprobación de una nueva Constitución Política del Estado.

Huelga de la Guardia Civil.-

Los primeros días de febrero de 1975, se producen movimientos en el personal de subalternos de la Guardia Civil preparatorios de acciones de reclamos, por los bajos sueldos y maltratos, de las que eran víctimas por parte de la prepotencia velasquista encaramados en el poder ilegalmente.

5 de febrero ¡Revolución del pueblo!

Llegó el día en que estalló la protesta con la huelga policial (llevada a cabo por la otrora Guardia Civil), las movilizaciones ciudadanas (organizadas y realizadas por las juventudes apristas), y la irrupción de masas urbanomarginales (saqueos de supermercados). Lima paró, la todopoderosa y prepotente dictadura velasquista, sufrió un remezón, iniciándose su caída y la evidencia de su estrepitoso fracaso. Meses después, el 28 de agosto de 1975, Velasco, fue retirado del mando de la Nación, nadie lo apoyó, hasta sus secuaces enmudecieron y se escondieron; luego, retornó la democracia al Perú, con la convocatoria a Asamblea Constituyente en 1978, dio la Constitución Humanista de 1979, y a elecciones generales en 1980.
 
Beto Lajo

 

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