Un 26 de enero de 1983 en Uchuraccay – Ayacucho, fueron asesinados los
periodistas: Jorge Sedano, Amador García, Luís Mendívil, Félix Gavilán, Pedro
Sánchez, Wylly Retto, Eduardo de la
Piniella y Octavio Infante.
En el calendario criminal senderista, se estaba en el tercer año del
Inicio de la Lucha Armada
– ILA, grupo fanático que estaba ocasionando muerte en el campesinado andino,
lo que produjo la declaratoria de Estado de Emergencia de Ayacucho; motivó la
incursión de las Fuerzas Armadas; se producían constantes enfrentamientos
armados entre militares y senderistas, con bajas en ambos lados.
El 21 de enero de 1983, en uno de esos encuentros bélicos, resultaron
muertos siete senderistas, hecho, que los periodistas fueron a investigar;
encontrando el fin que horrorizó al país y al mundo.
Se formó una Comisión Especial de Investigación, presidida por el
laureado novelista Mario Vargas Llosa, integrado por el respetado hombre de
prensa Mario Arenas; quiénes emitieron un informe no convincente, atribuyendo
el hecho de sangre a los comuneros, y ahí quedó, no se profundizó, dándose una
resignación cómplice y repudiable por parte del sistema político, legislativo y
judicial.
Beto Lajo
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