Aprismo: independencia ideológica

 

El 11 de febrero de 1927, en Bruselas – Bélgica, se realizó el Primer Congreso Mundial Antimperialista, asistieron líderes izquierdistas de movimientos revolucionarios de todos los continentes, “el APRA no fue oficialmente invitado, pero individualmente…” lo fue Haya de la Torre. En este foro, con influencia comunista, se dio lectura al artículo ¿Qué es el APRA? Publicado en inglés en la revista británica “The Labour Montlhy” (diciembre 1926), el mismo está inserto en el libro “Por la Emancipación de América Latina” (Obras Completas, segunda edición 1984, t. I, pág. 129 y ss), y constituye el capítulo I de “El Antiimperialismo y el APRA”.

¿Qué es el APRA?

Destacaremos aspectos importantes de este artículo: “La organización de la lucha antimperialista en América Latina, por medio de un Frente Unico internacional de trabajadores manuales e intelectuales (obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales, etcétera), con un programa común de acción política, eso es el A.P.R.A. (Alianza Popular Revolucionaria Americana)”. El APRA, Haya lo concibió como un “movimiento autónomo latinoamericano sin ninguna intervención o influencia extranjera”.

Definición teórica del Aprismo.-

Lo que aconteció en el evento mundial: “a) el APRA mantuvo su posición ideológica y el carácter de organismo político autónomo, b) se opuso a formar parte de la liga antiimperialista mundial controlado por la III Internacional Comunista, c) aprobó la ‘tesis de los cuatro sectores de ofensiva imperialista’, d) respaldó la propuesta del Frente Único Antiimperialista con la incorporación de la clases medias, e) se observó, en los organizadores, desconocimiento de la realidad de Indoamérica, f) mostraron más interés en Asia y África, y g) firmó las conclusiones con reservas por las objeciones a las consignas comunistas”. Por ello Haya expresa “la actitud aprista se definió… en el Congreso Antiimperialista Mundial (ob. cit. t. 4, pág. 85), luego precisa “Bruselas definió, pues, la línea teórica aprista y planteó bien claramente nuestras diferencias con el comunismo” (ob. cit. t. 4, pág. 87).    

La tesis de los cuatro sectores de ofensiva imperialista.-

Haya la expuso, por primera vez, el 22 de enero de 1927, en París, al inaugurarse el Centro de Estudios Antiimperialistas del APRA, son: “El sector de México y el Caribe; el sector de las repúblicas bolivarianas; el sector de Chile y las repúblicas del Plata y el sector del Brasil, aparecen cada vez más definidos como zonas de influencia imperialista económica y política, diferenciados por gradaciones tácticas de acuerdo con la realidad de cada una”. Esta tesis con el tiempo se plasmó, con la creación de subbloques de integración: Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), Comunidad Andina de Naciones (CAN), Mercado Común del Sur (MERCOSUR); luego se constituyó el Parlamento Latinoamericano.

Neoliberalismo e imperialismo.-

El neoliberalismo, ante el fracaso del comunismo, simbolizado en la caída del “Muro de Berlín” y reflejado en la desaparición de la ex URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), en 1989; se impuso al mundo mediante el “Consenso de Washington” de 1990, y aprovechándose de la Globalización, ha pretendido establecer que el imperialismo dejó de existir, por ende, el antiimperialismo es un concepto arcaico, que el estado tiene que reducirse y no intervenir en economía, y que el “libre mercado puro”, es la solución a los problemas sociales y económicos.

Vigencia del Antimperialismo Aprista.-

El imperialismo no ha muerto, los afanes hegemónicos de las potencias mundiales de imponer sus condiciones al mundo entero, están presentes y latentes; solo que en esta nueva realidad de globalización, de nueva revolución científica y tecnológica, y de las modernísimas tecnologías de las comunicaciones e información; los instrumentos del antimperialismo son la nueva integración, como la ALIANZA DEL PACÍFICO (México, Colombia, Perú y Chile), paradójicamente el mismo Libre Mercado, y curiosamente, los Tratados de Libre Comercio (TLC), bien y equitativamente negociados; con el propósito de enfrentar, en mejores condiciones, al globalismo, que puede ser una nueva forma de imperialismo del Siglo XXI.

Globalismo nueva forma imperial.-

En el libro “Modernidad y Política en el Siglo XXI de Alan García Pérez, ahí se lee: “El Globalismo es la nueva forma imperial. Y es cualitativamente distinta al imperialismo de comienzos del siglo XX” (pág. 54), ahí desarrolla la tesis de países globalizadores y países globalizados “el dominio de los mercados y áreas continúa existiendo”, y se manifiesta en “la imposición de los intereses comerciales de los (globalizadores) países o empresas más fuertes sobre los países (globalizados) más pobres y periféricos” (págs. 60 y 61).

Estado y libre competencia.-

El estado debe utilizar al libre mercado para promover la competencia, a fin, hayan más empresas de telefonía, de electricidad, de industrialización agrícola, etc. para no permitir los monopolios, “al mismo tiempo, es imprescindible lograr acuerdos regionales de largo plazo con los grandes países desarrollados… Haya…, en 1940 propuso una Unión Comercial y Aduanera de América Latina con los Estados Unidos” (ob. cit. pág. 62). Con el TLC van a ingresar bienes norteamericanos sin aranceles al mercado peruano, pero, también nuestros productos nacionales van a tener acceso libre al gigante mercado estadounidense. Es tarea del Estado prevenir y compensar los efectos negativos, a la vez, potenciar y ampliar los aspectos positivos de: incremento de la inversión productiva, generación de empleo digno y aumento significativo de la producción nacional.

 

Beto Lajo