67 AÑOS DE LA REBELIÓN DE LA MARINA
El 03 de octubre de 1948 se sublevó la Marina, en defensa de la democracia y contra la
oligarquía, efectuado durante el Gobierno de José Luís Bustamante y Rivero,
quién -tuvo un origen democrático- al ser elegido presidente de la República con la más
amplia votación en 1945 candidateando por el Frente Democrático Nacional – FDN
cuyo principal soporte fue el Partido Aprista Peruano – PAP; pero, se volvió
proologárquico y autoritario: yendo contra la Constitución:
postergó las elecciones complementarias parlamentarias, y con decreto –sin
sustento legal- convocó a un congreso constituyente, etc.
Ausentismo parlamentario.-
También promovió el ausentismo parlamentario, el mismo consistió en la
inasistencia de diputados y senadores -adversarios del APRA- a las sesiones del
Congreso de la República,
impidiendo no haya quórum, por consiguiente no se podía aprobar las leyes
presentadas a favor del pueblo. La ultra-derecha, mediante sus diarios El
Comercio y La Prensa,
desataron una campaña de desprestigio en contra del PAP, ante el destape hecho
por los apristas del “fondo de las víboras”, creado en las dictaduras de Óscar
R. Benavides (1933-1940) y Manuel Prado (1940-1945) –con recursos públicos-,
para financiar a los pseudoperiodistas y periódicos comunistas y de la
oligarquía para difamar al APRA.
Antiaprismo oligárquico y comunista.-
Otra campaña antiaprista realizada por la derecha cavernaria con el
apoyo peonesco del comunismo, fue el Contrato Sechura aprobado por el
Parlamento –con el voto aprista y del FDN- cuya finalidad era promover la
inversión privada extranjera en labores de exploración petrolífera en el
desierto piurano; pero, utilizando mentiras divulgaron una presunta e inexistente
desviación del Aprismo de su línea antiimperialista nunca abandonada por Haya
de la Torre. Y
otro hecho -manipulado asquerosamente por la oligarquía y el comunismo contra
el Aprismo-, fue el crimen Graña, acaecido el 07 de enero de 1947, al parecer
fue pasional perpetrado por un marido ofendido en “su honor”, sin embargo, sin
pruebas y más bien con falsedades, incriminaron a inocentes apristas. El
objetivo de la campaña antiaprista era poner a Bustamante contra el APRA, crear
un vacío de poder, luego perpetrar el asalto a Palacio de Gobierno; como es de
verse lo consiguieron.
Dos conspiraciones y un tercer movimiento.-
Por un lado oficiales y subalternos de la Marina –con influencia de la Doctrina Aprista-,
su propósito restituir la constitucionalidad, evitar el retorno de la
oligarquía, deponer a Bustamante, entregar el Poder al Vicepresidente y Senador
José Gálvez, a fin convoque elecciones generales. Por el otro lado, el clan de
la ultra derecha, financiaba a oficiales reaccionarios para dar golpe de Estado,
implantar una tiranía (fue la del odriato 1948 – 1956), deshacer las leyes
favorables al Perú, proteger sus nefastos intereses de clase, cerrar
definitivamente el Congreso, liquidar la democracia y exterminar a los
apristas. Ante esta situación, surgió un tercer movimiento “el de los
Generales”, querían interceder para ahorrarle al país un sangriento
enfrentamiento entre miembros de las Fuerzas Armadas, en otras palabras entre
militares con ideales apristas y antiapristas totalitarios; lamentablemente, no
actuaron, produciéndose el choque. Cabe señalar la traición del My. Víctor
Villanueva quién comprometió participar en la Rebelión y aseguró la
intervención de la
División Blindada del Ejército; no dándose ninguna de las dos
acciones; epilogando en el fracaso de la Rebelión de los marinos demócratas, y en la
captura del Poder por la oligarquía antipatriótica.
Responsabilidad del PAP.-
El ilustre escritor Luís Alberto Sánchez, nos dice; “Haya, … se dirigía
a casa de uno de los Generales de la conjura ‘institucional’ para dejar en
claro dos cosas: 1º que el PAP era ajeno al levantamiento de esos momentos, y
que él, Haya, estaba sorprendido; y 2º que, no obstante eso, vistos los hechos,
creía que era indispensable adelantar la acción. El aplastamiento del motín
significaría la persecución del PAP, la ruptura del equilibrio y el triunfo a
corto plazo de una conspiración reaccionaria” (Haya de la Torre y el APRA, Editorial
Universo S.A., Tercera Edición 1985, p. 390). La no actuación de los “Generales
Institucionalistas” hizo que se materializara los vaticinios de Víctor Raúl.
Bustamante y el Juicio de la Historia.-
Aquí acudimos al insigne Historiador Roy Soto Rivera, quién nos dice:
“La contribución más importante de su gobierno al país fue la ampliación hasta
doscientas millas del mar territorial, tesis que posteriormente fue consagrada
a nivel internacional”, agrega: “Es justo reconocer que fue un hombre honesto
pues no se enriqueció en el poder, y que se negó a renunciar al cargo cuando
fue apresado por los jefes militares que secundaron al General Odría. Su
actuación política, desde todo punto de vista, es discutible”. También nos da a
conocer: “Fue elegido Decano del Colegio de Abogados de Lima en 1960; elevado a
la Magistratura
en la Corte Internacional
de Justicia de La Haya
(1960-1969); en 1980 intervino como mediador del litigio limítrofe que
enfrentaban los gobiernos de Honduras y El Salvador, logrando reconciliarlos
para afianzar la paz en Centroamérica”. (Víctor Raúl El Hombre del Siglo XX,
Instituto Víctor Raúl Haya de la
Torre, Lima 2002, t. II, p. 573).
