domingo, 11 de octubre de 2015

La oligarquía financiera


¿QUÉ FUE DE LA ESTATIZACIÓN DE LA BANCA?

El 09 de octubre de 1987 Alan García promulgó la polémica Ley 24723 Ley de Nacionalización del Sistema Financiero y de Seguros –más conocida como de estatización de la banca-, publicada en Normas Legales de El Diario Oficial El Peruano el día 11 de octubre de 1987, la misma se anunció en el Mensaje Presidencial del 28 de julio de 1987, disponiéndose la intervención del sistema financiero con la dación del Decreto Supremo Nº 158-87-PCM de fecha 29 de julio de 1987, basándose en el artículo 152º de la Constitución de 1979; desatándose una fuerte confrontación que polarizó al país; por un lado los empresarios que se opusieron agresivamente a la medida, pues, significaba la pérdida de su propiedad privada y de su poder económico; de otro lado, el APRA y los grupos de izquierda por consideraciones ideológicas.

¿Cuál fue la finalidad de la estatización de la banca?

La propuesta de estatización de la banca se dio con la finalidad de democratizar el crédito; de evitar que los banqueros se enriquezcan con el dinero de los ahorristas invirtiendo en sus propias empresas; de permitir la participación de representantes de los trabajadores y ahorristas en los directorios de los bancos; de orientar la colocación de créditos al sector de los industriales nacionales y de los micros y pequeños empresarios; acabar con una injusta y leonina acumulación de la riqueza a favor de los grandes empresarios.

Fracaso de la medida estatizadora.-

Los banqueros desataron una satanizadora campaña en contra de la medida, lideró la misma el connotado novelista Mario Vargas Llosa; interpusieron acciones de amparo ante el Poder Judicial, siendo declaradas fundadas; ello obligó al gobierno aprista a retirar a las Comisiones Interventoras de los Bancos. Entre tanto, el Poder Ejecutivo envió el proyecto de Ley de estatización a la Cámara de Diputados, siendo aprobada; de ahí pasó a la Cámara de Senadores, donde hicieron modificaciones dificultando su aplicación. La oposición a la estatización de la banca creció y logró que no se ejecutase.

La autocrítica de Alan García.-

En el libro “La Revolución Constructiva del Aprismo – Teoría y práctica de la Modernidad” de Alan García, se lee: “el gobierno (se refiere a su primer mandato 1985-1990) intentó aplicar una propuesta en la misma línea del modelo militar anterior: la estatización de la banca, en vez de girar hacia la inversión externa o proceder a una reforma tributaria para gravar las ganancias y ampliar la base tributaria. Ello condujo a un ambiente de confrontación que alejó cualquier intento de inversión y que fu aprovechado por el terrorismo y abrió paso a un gran conflicto periodístico y político que fragilizó al régimen. Lo paradójico fue que se actuó por ideologismos y que los conceptos y el modelo heredados eran totalmente ajenos a la ideología de Haya y a su trabajo dialéctico. El Gobierno resultó más velasquista que hayista” (págs. 107 y 108).

Realidad de los bancos.-

Estamos en una economía social de mercado, cuya ley es el de “la oferta y la demanda”, implantada por la Constitución de 1993; con la irrupción del fujimorismo neoliberal, se eliminó la banca de fomento, siendo actualmente el sistema financiero absolutamente privado; el mismo durante los años noventa, ha cometido abusos con miles de prestatarios: cobros de diversos servicios innecesarios, altos intereses, contratos escritos con letras pequeñas para no leer, no brindaban información completa de sus servicios credititos, etc. el cual generó malestar en miles de ciudadanos, viéndose obligados a organizarse en asociaciones de defensa del consumidor para defenderse. Felizmente, existe la Ley Nº 29571 Código de Protección y Defensa del Consumidor del 02 de setiembre de 2010.

¿Es la banca intocable?

Aprendiendo de las lecciones de la historia, no proponemos la estatización de los bancos, pero ello no significa ni implica, renunciar a estudiar críticamente el rol de las entidades financieras, cuyos servicios crediticios y productos financieros, deben servir para impulsar equitativamente el bienestar de los usuarios, por ende, coadyuvar al desarrollo del país; y no para enriquecimiento indebido de los banqueros; previniendo colapsos como el producido por los grandes bancos de Estados Unidos en el año 2008. Para ello, se necesita de leyes adecuadas y de instituciones confiables.          
 
Beto Lajo