lunes, 25 de enero de 2016

Fotografía que se explica por sí sola


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¿Qué podemos ver? : Un viaje de diez metros

 
 
 
Un viaje de diez metros abunda en sabores que estallan en el paladar. Una estimulante historia de triunfo sobre el exilio, llena de pasión y sentimientos, con mejorana y madrás, es el retrato del choque entre dos mundos y el afán de un muchacho por encontrar el calor del hogar, en cada olla, donde quiera que él esté.
Basada en la novela homónima de Richard C. Morais. 

Sinopsis:
Hassan Kadam (Manish Dayal) es un ingenuo cocinero con una “afinación perfecta” para el arte culinario. Exiliada de su India natal y liderada por Papa (Om Puri), la familia Kadam se instala en la pintoresca aldea de Saint-Antonin-Noble-Val, en el sur de Francia. Elegante y llena de encanto, la aldea es el lugar ideal para establecerse y abrir un restaurante hindú: la Maison Mumbai; hasta que la fría chef Madame Mallory (la ganadora de un premio de la Academia® Helen Mirren), propietaria de Le Saule Pleureur -un clásico restaurante francés incluido en la exclusiva guía Michelin-, se entera de ello. Sus despiadadas protestas contra el nuevo restaurante hindú instalado a treinta metros del suyo escalan hasta desatar una guerra entre los dos establecimientos. Sin embargo, la pasión de Hassan por la alta cocina francesa y la ayudante de cocina de Madame Mallory,
 Marguerite (Charlotte Le Bon), combinada con su misterioso y delicioso
 talento, logran entrelazar la magia de ambas culturas y dotar a Saint-Antonin de sabores de la vida que ni la propia Mme. Mallory puede
ignorar. Finalmente, Mme. Mallory reconoce el don de su ex rival culinario y lo toma bajo su protección.

Un millón de niños lectores


 
 
Siempre hay peruanos, sobretodo peruanas, que, sin aspavientos ni demagogia, hacen cosas grandes por su país, especialmente por la cultura. El año 2013, la joven universitaria Denisse Apaza Luque, todos los días sábados, en horas de la tarde, iba a los parques –uno de ellos la Plaza España- portando una carretilla llena de libros, los mismos los prestaba a las personas estacionadas, sentadas, en los parques, para que lean, aprovechando el momento de descanso combinado con el leer algún libro; de esta manera, por su propia voluntad, incentivaba la lectura, en la que estamos muy, pero, muy mal; el promedio de lectura en el Perú es de medio libro por persona por año, y el gasto –en adquisición de textos- es la diminuta suma de S/. 10,00 (diez soles); sin embargo, el promedio de gasto por compra de licor, es de S/. 600,00 (Seiscientos con 00/100 soles), por persona al año.

Un millón de niños lectores.-

Nos hemos enterado, con alegría, la puesta en marcha del proyecto: “Un millón de niños lectores”, sacado adelante por Teresa Boullón, Directora General. Ella con esperanza, convicción y optimismo, nos dice: “la falta de comprensión lectora de nuestros niños, no se debe a deficiencias físicas ni psicológicas, sino, a la ausencia de práctica”, por lo que propone “facilitar, el acceso de libros, a los niños, para que los vean y los lean, de esa manera se estimulará la lectura”. Por tal motivo, ha creado el proyecto “Un millón de niños lectores”; el mismo consiste en implementar infraestructura de lectura para niños, señalando, hacer ello en vacaciones escolares.

Municipalidades y la lectura.-

El Ministerio de Educación, diseñó el Plan Lector, realizado en las Instituciones Educativas de Educación Básica; las editoriales privadas, se han juntado y organizan Ferias de Libros, con una serie de actividades culturales, las mismas empezaron en Lima, luego se trasladaron a ciudades capitales de departamentos, ahora, llegan hasta las provincias como Mollendo, en donde el activo Prof. Oswaldo Ocola Arenas, es un impulsor de la lectura y cultura. En este asunto ¿qué hacen las municipalidades? ¿qué han planteado las comisiones de regidores de Educación y Cultura? ¿qué han ejecutado las Gerencias u Oficinas de Cultura? Estoy seguro que nada; es más, nuestros Alcaldes (sas) y Regidores (as), ¿estarán leyendo algún libro? Sería bueno preguntarles, o nos van a decir que no tienen tiempo. Con autoridades que no leen, imposible promover la lectura, por eso hay pésimas gestiones. Si nuestros niños leen, van a ser buenos estudiantes y la educación va a mejorar. A ver si implementamos, en cada provincia, desde las municipalidades, el proyecto “Un mil niños lectores” por año.

 

Beto Lajo