miércoles, 19 de agosto de 2015

Globalización


2.- Del Imperialismo a la Globalización (de 80 AÑOS DE EL ANTIMPERIALISMO Y EL APRA DE HAYA DE LA TORRE)

 

El pasado Siglo Veinte, tuvo como fenómeno político y económico el Imperialismo que, según Hobson es la expansión por necesidad del capitalismo de un país desarrollado a otro u otros países subdesarrollados, y según Lenin fue la última o superior etapa del capitalismo.

Para Haya – en ese entonces- el único observador de dicho fenómeno, pero desde los países subdesarrollados, específicamente latinoamericanos- aclaró a Hobson en cuanto a la necesidad de expansión de los capitales, no sólo era de los países desarrollados, sino, también de los países subdesarrollados de contar con tales capitales para desarrollar; y rectificó a Lenin, pues, el imperialismo, para nuestros pueblos, vino a ser la primera o inferior etapa del capitalismo.

Haya descubre la ambivalencia del Imperialismo, es decir, tiene dos lados: uno bueno (trae inversión, tecnología y nuevas formas de administración), que hay que aceptar; y uno malo (trae explotación, expoliación y dependencia), que hay que rechazar. El gran Carlos Marx ya habló de la ambivalencia del colonialismo inglés en la India, cuando dice, por un lado está destruyendo la economía primitiva y por otro lado está echando las bases de la nueva economía occidental.

Esta posición marxista en qué se diferencia con la de Haya, en que mientras Marx aceptó la ambivalencia como una fatalidad histórica; Haya más bien, acepta el lado bueno y rechaza el lado malo del imperialismo; en este punto Haya fue más revolucionario que Marx.

Para lo cual Haya plantea el Estado Antimperialista de los Cuatro Poderes Democráticos: Legislativo, Ejecutivo, Judicial y el Congreso Económico Nacional con representación de los trabajadores, del Estado y del capital tanto nacional como extranjero, con las tareas de planificar el desarrollo del país y concertar los intereses de todas las partes; lamentablemente nunca se plasmó por la oposición tenaz de la derecha en connivencia con los comunistas; también impulsando la integración de América Latina, y democratizando y elevando la calidad educativa de nuestro mejor capital humano : los niños y los jóvenes, para así poder tecnificar la economía, dignificar la política y dar valor agregado a nuestros recursos naturales.

Este Siglo Veintiuno, tiene como fenómeno político y económico la Globalización, también ambivalente, con un lado bueno la superación de las fronteras como barreras por la revolución de las comunicaciones e internet, posibilitando el desplazamiento de personas, bienes, servicios, tecnologías y capitales entre los países; y el lado malo, en que si no enfrentamos realista e inteligentemente la globalización, puede dar lugar a países globalizadores (generalmente los desarrollados y emergentes como únicos beneficiarios) y países globalizados (mayormente los subdesarrollados afectados negativamente), para lo cual, tenemos que fomentar la celebración de Tratados de Libre Comercio – TLC sin complejos de inferioridad, mejorando nuestra productividad y competitividad, impulsando la educación de calidad gratuita para los niños y jóvenes en general; la asociatividad entre los pequeños y medianos productores y empresarios, invirtiendo en ciencia y tecnología e investigación. Los TLC nos van a facilitar el ingreso de productos y bienes que producimos y produciremos, a otros mercados gigantes, sin aranceles.

Apotegmas


1.- Apotegmas Hayistas

(De 80 AÑOS DE EL ANTIMPERIALISMO Y EL APRA DE HAYA DE LA TORRE)

Víctor Raúl estableció siete apotegmas para hacer del Aprismo una doctrina siempre joven, siempre dinámica y siempre con las mayorías populares, son: “No hay pueblo o masa buenos o malos; sólo hay dirigentes buenos o malos”; “No olvidemos la realidad”; “Renegaremos honradamente de todas las fantasías retóricas, … y de las explosiones de demagogia”; “El APRA no es un fin sino un medio”; “Nadie nos salvará sino nosotros mismos”; “El APRA repugna demagogias engañosas y rechaza a los que desnaturalizan nuestra causa”; y “Acometamos la obra que nuestro momento histórico nos está señalando”.

Tales apotegmas hayistas son pautas que todo peruano y peruana, sobre todo los jóvenes, sean o no apristas, deben hacerlas suyos e inspirar en ellos su accionar cívico, democrático y solidario; pensando en hacer del Perú un país libre, justo y culto; reformando el Estado –en sus tres niveles gubernamentales: municipal, regional y nacional- a fin de hacerlo eficiente, probo, servicial y efectivo.