Travesía intelectual

SEOANE VISIONARIO DE LA APEC

Con el título: “Los vínculos oceánicos”, Manuel Seoane escribió un artículo fechado el 19 de octubre de 1954, inserto en el libro: “Manuel Seoane Páginas escogidas Recopilación, selección, notas, introducción, cronología y referencias bibliográficas” por Eugenio Chang-Rodríguez (Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2003), en él da cuenta de varios hechos relacionados a la aventura de travesías marítimas, de personajes deseosos de demostrar algunas acciones de nuestros muy ancestros, utilizando balsas primitivas de hace 500 años, en pleno Siglo XX, como la de William Willis quién “unió, en un viaje de 115 días, las seis mil millas que separan el puerto peruano El Callao, de Pago, en las distantes islas Samoa, de Oceanía”, evocando, “como único antecedente paralelo, el viaje de la balsa ‘Kon Tiki’, realizado en 1947 por seis científicos escandinavos” (ob. cit., pág. 346).

El viaje interoceánico de Túpac Inca Yupanqui.-

Señala Seoane: “ambas travesías, indudables muestras de coraje contemporáneo, tienen antecedentes muy remotos. Más aún se inspiraron en las narraciones del asombroso viaje que en el siglo XV realizó Túpac Inca Yupanqui, con veinte mil soldados, en una fantástica aventura marina que duró aproximadamente un año, en viaje de ida y vuelta. Pedro Sarmiento de Gamboa, en su Historia de los Incas y Miguel Cabello de Balboa en la Historia del Perú bajo la dominación de los Incas, abundan en detalles de esta osada expedición marítima” (pág. 346). Agrega, el Inca: “jugó el destino colectivo de su ejército en un reto a lo desconocido, y en un AFÁN DE TRAZAR CONEXIONES INTEROCEÁNICAS” –resaltado nuestro- (pág. 347).

Pruebas de la travesía.-

El que fuera número 2 del Aprismo, interroga: “¿Hasta dónde fueron Túpac Inca y sus hombres, hace quinientos años, en un mundo sin mapas ni radiotelegrafía?”, ensayando una respuesta nos dice: “El sabio francés Rivet, ahora de visita en Santiago (Chile), en su obra Los orígenes del hombre americano, renuncia a las pistas etimológicas para ubicar las islas mencionadas: supone que fueron islas de Oceanía. Y cita tradiciones de los mangarevienses, del archipiélago de Gambier, y de las Islas Marquesas, que hablan de un gran jefe, Tupa, que vino del Este en unas embarcaciones”, luego añade: “El rico cebiche peruano es un testimonio de esta larga convivencia en el mar. Se prepara con pescado crudo, que se cuece con limones, originalmente provenientes de Oceanía” (pág. 347).

La APEC es nuestro destino geográfico.-

Al respecto afirma: “Ecuador, Chile y Perú son países de rostro oceánico … Por el camino que recorrieron Túpac, la Kon Tiki y Mr. Willis, se llega directamente a la Oceanía, Australia, y las densas poblaciones de la India, la China y el Japón. Muchos creen que el Océano Pacífico es el mar del porvenir. Falta imaginación para tentar nuevas rutas y romper la rutina”, finalmente propone el comercio con los países de la Cuenca del Pacífico –hoy APEC Foro Económico Asia Pacífico-, en los términos siguientes: Más allá del Poniente, hacia donde el sol muere de apoplejía cada tarde, HAY UNOS PUEBLOS TRANQUILOS Y ALEGRES CON LOS CUALES TAMBIÉN SE PUEDE COMERCIAR. SIN ADUANAS DE TERCEROS –resaltado nuestro- (pág. 348).

La Alianza del Pacífico para el mundo.-

La visión seoanista expuesta hace más de seis décadas, en la actualidad es una realidad en consolidación, jugando un rol preponderante la Alianza del Pacífico impulsada por Alan García, desde su segundo gobierno (2006-2011), integrada por México, Colombia, Perú y Chile, de regímenes políticos democráticos, de economías abiertas no estatistas, de Estados promotores de la inversión privada, de políticas públicas de lucha contra la pobreza sin asistencialismos ni paternalismos demagógicos e insostenibles, e integrantes de la APEC, por ende con vínculos oceánicos; con lo cual se superó la “falta de imaginación para tentar nuevas rutas” y se “rompió la rutina”.