MIGUEL
GRAU Y DOS MOLLENDINOS
Generalmente leemos y escuchamos del Héroe de
Angamos, sus hazañas en la infausta Guerra del Pacífico en la defensa del mar
peruano como del honor nacional, haciéndolo con destreza e inteligencia y
caballerosidad sobre todo con verdadero patriotismo, mereciendo ser elegido
como el Personaje del Milenio por el pueblo peruano, ante quién el “combativo,
agudo y polémico” Manuel González Prada de “escritos incisivos” y de “crítica
dura”, le colmó de reconocimiento veraz y elogios sinceros.
Libros
de mollendinos.-
Confieso que dónde he leído la auténtica y completa
historia de nuestro homenajeado, es en dos libros escritos por mollendinos:
“Crónicas de Islay y Mollendo” del Médico Cirujano Mateo Francisco Velarde
Herrera, y “En el Horizonte (La
Historia del Caballero de los Mares)” del Ing. Civil Hernando
Carpio Montoya, éste último ha investigado visitando los lugares relacionados
al Héroe: Cartagena – Colombia (de dónde es su padre), Paita, Piura, Callao,
Lima (Perú), Arica, Iquique, Antofagasta hasta Talcahuano (Chile), dónde está
“el glorioso monitor Huáscar”.
La
noticia de la captura del Huáscar.-
En el primer texto nos enteramos de la noticia dada
en Londres y Nueva York, al día siguiente de la epopeya: “El 9 de octubre se
transmitía desde Londres a Nueva York, la noticia de que el ‘Huáscar’ había
sido capturado por los chilenos. En el ambiente del diario ‘New York Herald’ no
se quiso creer tal noticia, a punto que solicitaron su ratificación a Londres y
al darse cuenta del hecho, lo lamentaron profundamente. ‘Esta lamentable
pérdida del Huáscar, gallardo buque peruano, es realmente increíble; había en
él, lo que llamamos ‘buena suerte’, pero era sobre todo la habilidad y la
destreza de quien lo manejaba, la razón para que este pequeño buque sea tenido
entre los más famosos del mundo”. Agrega la nota: “Marinos hábiles hay en todas
las marinas más poderosas del mundo, pero no tanto como los del ‘Huáscar’. Creo
que fueron expresiones sinceras y justas las de ese diario, trascritas por ‘El
Comercio’ de Lima el 1ro. de noviembre del mismo año (1879)” (pág. 72).
Conozcamos
a Grau.-
En enero del 2011, en el Colegio de Ingenieros del
Perú de Arequipa, asistí a la presentación del libro de Hernando Carpio
Montoya, el mismo lo adquirí, lo leí y acabo de volverlo hacer en las partes
resaltadas que hice. Ahí recién conocí y valoré mucho más la obra del insigne
marino, de quién el autor nos dice: “Miguel Grau es en la historia peruana una
figura de grandeza permanente, con mucho que decirnos en las diferentes facetas
que tuvo su vida … fue un devoto esposo, amoroso padre, valiente soldado y
además, un político honesto” (pág. 13).
Proclama
desde Islay.-
Nos revela el rechazo de Grau al Golpe de Estado de
los coroneles hermanos Gutiérrez en contra del presidente José Balta y para
impedir el triunfo electoral de José Pardo: “El veintiséis de julio (1872)
arribó Grau al puerto de Islay, donde difundió el pronunciamiento … dirigido a
las autoridades políticas, judiciales y municipales de los departamentos del
sur: Al
ver así las leyes ensartadas en la bayoneta del soldado, al ver atropellados
todos los poderes de la
República , al ver amenazados los más sagrados derechos del
ciudadano y al ver, en fin, envilecido y escarnecido lo más sagrado entre los
pueblos cultos y herida de muerte la patria, la Marina Nacional , que siempre ha
dado muchas pruebas de patriotismo y abnegación por el orden y sostenimiento de
las instituciones. (…) La
Armada ha rechazado indignada la invitación que se le hizo
para secundar la consumación de tan horrendo atentado, y, enarbolando el
estandarte de la ley, ha protestado en masas de tan inaudito y escandaloso
crimen, no reconociendo otro caudillo que la Constitución ” (pág. 159).
Diputado
por Paita en 1876.-
Asimismo narra la militancia política en el Partido
Civil y su actuación como congresista: “El ambiente parlamentario le resultaba
extraño; los diálogos fatuos y superfluos lo aburrían. La delicadeza de los
modales y la retórica de los discursos le irritaban”; seguimos leyendo: “Sus
colegas (congresistas) presumían de ser expertos en todo, y sus propuestas
lindaban muchas veces con el absurdo… Él (Grau) siempre había sido claro,
directo y conciso con sus superiores y subalternos… Ahora comprendía la razón
por la que el país estaba como estaba y pidió a Dios que le concediere
paciencia para esta nueva experiencia en su vida” (págs. 168 y 169). Al parecer
la apreciación de Grau respecto al Congreso de la República no ha variado
significativamente.
El
mejor homenaje.-
A Miguel Grau, no solo hay que conocerlo y hablar
bien de él, sino, hay que seguir su ejemplo de militar constitucionalista, de
político honesto y de peruano patriota, así sí le haremos un buen homenaje.
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