I)
La fortaleza del Aprismo.-
La fortaleza del Aprismo radica en su doctrina, mística y fraternidad;
elementos imprescindibles que se entrelazan fuertemente, dándole convicción,
vitalidad y dinamismo a los seguidores de Haya de la Torre , por ende a la
organización política que nos legara, para continuar su obra de construir un
Perú libre, justo y culto; y una Indoamérica solidaria e integrada.
II) Doctrina Aprista.-
La doctrina hayista de antiimperialismo constructivo; integracionismo de
Pueblo-Continente; democracia de pan con libertad; frente social y ciudadano;
rol promotor, regulador y defensa del Estado; crear riqueza para el que no la
tiene y para las futuras generaciones; concertación política, económica y
social; y por un nuevo orden mundial cooperativo y equitativo.
Surgió de la realidad y de su objetiva interpretación de los ideólogos
del Aprismo –siendo el principal como fundador- Haya de la Torre , doctrina que está
escrita en los siete tomos de sus “Obras Completas”, también en los grandiosos
libros de “Pueblo Continente” de Antenor Orrego; “Las Seis Dimensiones de la Revolución Mundial ”
de Manuel Seoane; “¿Existe América Latina?” de Luís Alberto Sánchez; “Siete
Tesis equivocadas del marxismo-leninismo para América Latina” de Alfonso Ramos
Alva; “Aprismo o Marxismo Indoamericano” de Hugo García Salvatecci; sintetizada
magistralmente en el ensayo “Aprismo y Antiimperialismo” de Roy Soto; remozada
en el texto “Modernidad y Política en el Siglo XXI” de Alan García; y en
célebres frases de cultura política democrática como “Conversar no es pactar”
de Ramiro Prialé.
Doctrina aprista que forjó conciencia cívica, tal lo reconoce un
destacado intelectual, sin simpatía por el APRA, el filósofo Augusto Salazar
Bondy en “Historia de las Ideas del Perú Contemporáneo”, cuando dice: “La
insurgencia de las masas populares peruanas iniciadas a fines del segundo
decenio del siglo XX fue canalizada políticamente por el aprismo … el APRA ha
sido la fuerza política más poderosa en los últimos 30 años y ha tenido una
enorme influencia en el desarrollo de la conciencia social del Perú
contemporáneo. Su fundador, Víctor Raúl Haya de la Torre , sin duda el más
discutido y también el más destacado político peruano” (t. II, p. 343).
III) Mística Aprista.-
La mística emergió de la etapa del martirologio de la Gran Clandestinidad ; de los
ocho marineritos fusilados; de los seis mil mártires de la Revolución de Trujillo,
quiénes murieron con el brazo izquierdo en alto gritando ¡VIVA EL APRA!; del
sacrificio heroico de Salomón Ponce, Manuel Alarcón, Manuel “Búfalo” Barreto,
Carlos Philips, Manuel Cerna, César Albinagorta, Manuel Arévalo, Luís Negreiros
Vega; los mismos ofrendaron sus vidas, y de tantos otros compañeros y
compañeras inmolados por un Perú sin pobres, ni explotados ni excluidos.
Este aspecto, con profunda emoción, lo resalta Víctor Raúl: “Porque éste
es el aporte máximo de nuestra obra en dos años: obra de espíritu. Porque eso
es lo que faltaba a esta tierra y a este pueblo: le faltaba el soplo de lo
cósmico, de lo eterno, de lo alto, de lo puro, y como no lo tenía, fue preciso
pedírselo a los muertos, fue preciso que nuestros muertos se sacrificaran para
que su aletear nos diera espíritu” (O.C., t. 5, segunda edición, p. 331).
IV) Fraternidad Aprista.-
La fraternidad aprista, un hecho sin precedentes en el Perú, es
reconocido por el historiador Jorge Basadre –no tuvo simpatía por el APRA- en
“Historia de la República
del Perú”, al decir: “Desde los primeros pasos del partido fue establecido para
durar hasta ahora, el culto al jefe, fundador, organizador, candidato e
ideólogo principal, a quien sus adeptos llamaron por sus dos nombres más que
por sus dos apellidos con los calificativos de maestro, compañero y guía,
‘hermano y amigo’ y cuyo cumpleaños celebraron desde 1933 como fiesta colectiva,
el ‘Día de la Fraternidad ’.
Y ha surgido en este partido de organización nacional, local y sectorial, el
milagro de supervivir y, varias veces, de reaparecer fortificada después de
sucesivas persecuciones, algunas de ellas muy crueles … así como la capacidad
demostrada varias veces, para endosar a otros sus fuerzas” (t. XIV, p. 137).
La celebración del onomástico de Haya –nos narra Roy Soto en su obra
monumental “Víctor Raúl, El Hombre del siglo XX”- se dio por primera vez el 22
de febrero de 1933, cuando el creador del Aprismo se encontraba preso en la
penitenciaría de Lima “como protesta espontánea del pueblo sojuzgado por la
brutal tiranía de Sánchez Cerro, …, los militantes apristas decidieron desafiar
a la tiranía mediante acciones arriesgadas consistentes en reventar
camaretazos, distribuir profusamente propaganda clandestina. Para tal efecto,
realizaban manifestaciones relámpagos en el centro de Lima. Todo ello fue
acompañado con inscripciones murales y luminarias que se encendieron en los
cerros con la palabra APRA. Esta misma característica se mantuvo durante los
once años de la Gran Clandestinidad
(1934-1945) en que el Partido Aprista estuvo perseguido y su jefe era objeto de
constante acoso, viviendo en las catacumbas a salto de mata” (t. II, p. 492-493).
El 22 de febrero de 1946 se festeja –por primera vez en libertad- el
natalicio del Jefe del APRA, con una magnífica concentración del Partido del
Pueblo, en el viejo Estadio Nacional, donde el cachorro Manuel Seoane pronunció
un hermoso discurso denominado “Recado del Corazón del Pueblo”: “Y porque
nuestro partido es una hermandad en la lucha, en el dolor y la victoria,
ejercitamos el orgullo derecho de dar cálida celebración a nuestro hermano
mayor … porque él es un guía y un ejemplo, y como es él, tierno y sacrificado
hermano de todos, especialmente de los humildes y de los débiles, el dulce
pueblo aprista esta vez, sin consulta ni congreso, por mandato imperativo de
abajo a arriba, ha resuelto consagrar de hoy en adelante y hasta CUANDO SEAMOS POLVO
EN VIAJE A LAS ESTRELLAS, el día 22 de febrero como el Día Aprista de la Fraternidad ” (Manuel
Seoane Páginas Escogidas de Eugenio Chang-Rodríguez, p. 185).
V) Los (as) jóvenes y el
Aprismo.-
Toca a los (as) jóvenes reivindicar el pensamiento y acción de Víctor
Raúl Haya de la Torre :
hacer política con principios democráticos y valores éticos; ser ya la
esperanza del pueblo; reformar sin demora el Estado; construir la democracia de
Pan con Libertad; y volver hacer del APRA: el
Partido-Escuela, en el cual se formen ciudadanos, demócratas, estadistas,
líderes sociales, cuadros técnicos y operadores políticos; el Partido-Institución, donde se elaboren propuestas, planes,
programas, proyectos, etc.; el
Partido-Movilizador, de realizaciones por la Justicia Social ; el Partido-Fuerza Moral, que nos
permita recuperar la confianza ciudadana y rescatar al Perú de la maldita
corrupción; el Partido de la Fraternidad , donde
los militantes se respeten y superemos los enconos; el
Partido de la Democracia ,
siendo ejemplo permanente de democracia interna; el Partido del Pueblo, donde los niños, jóvenes y ciudadanos se
sientan representados y protegidos sean o no apristas.
Beto Lajo
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