FUJIMORI
Y HUMALA LOS MÁS CORRUPTOS
El libro “Historia de la Corrupción en el Perú”
(Segunda Edición, Lima, Instituto de Estudios Peruanos – IEP, 2013) escrito por
Alfonso W. Quiroz Norris, quien fuera “un destacado historiador peruano
especializado en obras sobre historia económica e institucional peruana y
latinoamericana”; dicha obra abarca desde el año de 1750 hasta el año 2000.
Alberto
Fujimori el más corrupto.-
En la página 432 del texto citado en el subtítulo: La década infame (1990-2000) leemos la
interrogante “¿Fue el gobierno del presidente Alberto Fujimori el más corrupto
en la historia del Perú?”, y ésta es la respuesta “A primera vista podría
parecer que sí, considerando la difundida cobertura de una corrupción
generalizada y sistemática que involucró una amplia gama de instituciones y
personajes tanto públicos como privados. Las riendas del meollo de la Administración
Pública nacional evidentemente fueron capturadas por grupos
militares y civiles asociados en la corrupción”.
14 mil
millones de dólares se robaron.-
Alfonso Quiroz basado en una frondosa documentación
del Congreso de la República ,
Ministerio Público, Poder Judicial y de investigaciones periodísticas,
cuantifica el costo de la corrupción fujimorista, en el período 1990 – 1999, en
la elevada suma de U$ 14.091 (Catorce Mil Millones de dólares americanos), a
razón de U$ 1.409 (Un Mil Cuatrocientos Nueve millones de dólares americanos)
por año (ob. cit. pág. 433). Es decir, como dirían los ciudadanos indignados:
“que tales ladrones, al mes, se tiraron U$ 117 millones de verdes”, o sea éstos
corruptos se embolsillaron cada día U$ 3.91 millones de dólares americanos.
Amigo lector (ra) imagina lo que se hubiera podido hacer con ese dinero: obras
de agua potable y desagüe, asfaltado de carreteras, mejores colegios,
equipamiento de establecimientos de salud, represas, etc. etc.
Ollanta
Humala: U$ 555 millones en coimas.-
Elecciones
y corrupción.-
Ciudadano y ciudadana, desterremos esos dichos
inmorales de “roba, pero hace obra” y “el vivo vive del zonzo y el zonzo de su
trabajo”. Estando ad portas las elecciones parlamentarias, no elijas al
candidato que hace regalos y basa su campaña en “marketing” costoso, porque
después de ser elegidos, lo gastado lo van a recuperar “coimeando”; da la
mirada a los poquísimos postulantes que te dan a conocer propuestas razonables,
honestas y viables; y que muestran conocimiento de la gestión pública,
experiencia y honradez.
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